Introducción
Los pies son un reflejo perfecto del cuerpo, pues en ellos están representados órganos, glándulas y otras zonas diversas y, además, es fácil trabajar con ellos.
Hay dos teorías que constituyen los fundamentos de la Reflexología moderna: La primera aboga por la "teoría de la terapia zonal" y la segunda se basa, indirectamente, en el "sistema chino de meridianos".
Teoría de la terapia zonal
Esta teoría divide al cuerpo humano en diez zonas dispuestas simétrica y longitudinalmente.
Forman bandas verticales, más o menos del mismo tamaño, y numeradas del 1 al 5, de medial a lateral.
Cada uno de los órganos, sistemas, glándulas y partes del cuerpo incluidas dentro de la misma zona están interrelacionadas, además de poseer las correspondientes zonas o puntos reflejos en pies y manos, gracias a los cuales es posible elaborar un mapa anatómico exacto del cuerpo.
El sistema nervioso, por ser el órgano que comunica, coordina y regulariza las distintas estructuras y funciones del organismo, es el que permite la conducción de las diversas reacciones reflejas de nuestro cuerpo. Al trabajar sobre las zonas reflejas se liberan estas obstrucciones y se devuelve el equilibrio y la armonía al cuerpo.
Los puntos reflejos son además puntos de reacción, que aparecen si hay algún trastorno orgánico o funcional de la víscera o estructura correspondiente a la zona proyectada, por lo cual se tratarán como avisos externos de posibles trastornos internos.
La base, pues, de las reflejoterapias consistirá en localizar estos puntos reflejos sobre sus respectivos mapas y aprovechar la información diagnóstica que nos puedan proporcionar sobre los trastornos internos con fines terapéuticos.
Teoría del sistema de meridianos
Por la misma razón de que representan rutas de energía que fluyen por el organismo, las zonas reflejas se pueden comparar con los meridianos del cuerpo.
De hecho, hay autores de renombre que opinan que la Reflexología no actúa a través del Sistema Nervioso Central, si no que la comunicación a distancia se realizaría mediante la normalización de flujos de energía similares a los utilizados en Medicina Tradicional China al describir los meridianos.
Argumentan que hay ciertas coincidencias entre las diez zonas de la Terapia Zonal y el recorrido de los meridianos, y que la manipulación de las zonas reflejas estimula la misma energía equilibradora que se consigue empleando los puntos de acupuntura tradicionales, ya que los pies son atravesados por seis de los principales meridianos y éstos, a su vez, se comunican con los otros seis que no pasan por los pies, pero que cierran el círculo energético. Los puntos reflejos son además puntos de reacción, que aparecen si hay algún trastorno orgánico o funcional de la víscera o estructura correspondiente a la zona proyectada
Como las zonas reflejas son áreas por las que fluye la energía vital o ki, mientras la energía fluye sin obstáculos nos encontramos bien, pero si por alguna razón se bloquea, sobreviene la enfermedad.
Al trabajar sobre las zonas reflejas se liberan estas obstrucciones y se devuelve el equilibrio y la armonía al cuerpo.
En esta teoría se basan muchos masajes reflejos, como la Digitopresión, el Shiatsu y la Terapia Podal Japonesa, entre otras.
El objetivo de la Reflexología Podal es la homeostasia o el estado de equilibrio. Utilizando esta técnica podemos determinar qué partes del cuerpo están desequilibradas o cuáles no funcionan con eficacia.
Es decir, podemos detectar tempranamente los problemas de salud y tratarlos para evitar futuros síntomas graves.
Historia
Cuando los hombres prehistóricos caminaban descalzos sobre la tierra estimulaban, sin saberlo y de forma natural, las zonas reflejas de sus pies, pero el posterior empleo de calzado fue disminuyendo su sensibilidad innata.
En China, hace unos 5.000 años, se conocían formas de tratamiento por medio de puntos de presión y aunque, desgraciadamente, no conservemos registros que describan su método de aplicación, son consideradas la base de todo conocimiento sobre las zonas reflejas.
Entre los documentos más antiguos que se conservan sobre el masaje reflejo destacaremos el "Nei Tching Sou Ven", atribuido a Huang Ti, el Emperador Amarillo, y que data del 2.700 a.C. En él se describen tratamientos para recuperar el equilibrio corporal (homeostasia), cuya pérdida es la causa y origen de todas las enfermedades.
Los chinos también daban mucha importancia a los pies en el tratamiento de las enfermedades. En el año 1017 d.C., Wang Wei marcaba los puntos importantes de Acupuntura en una figura humana de bronce. Al aplicar esos puntos sobre el paciente, también trataba los bordes interno y externo de los pies, junto con presiones centradas en el dedo gordo.
Este tratamiento estaba destinado a canalizar la energía a través del cuerpo, pues Wei creia que los pies eran la zona más sensible del cuerpo y que contenían grandes zonas energéticas.
Aunque éstos métodos chinos de terapias reflejas son incluso anteriores a la utilización de punzones y agujas, fueron dejados de lado, por razones desconocidas, en favor de la Acupuntura que adquirió mayor fuerza.
En Egipto practicaban la Reflexología desde el 2300 a.C. Se han encontrado tumbas egipcias con frisos que representan, claramente, figuras y dibujos de manipulaciones terapéuticas practicadas por los médicos de los faraones.
Algunos de estos dibujos muestran a hombres dando y recibiendo masajes en los pies y las manos, acompañados de jeroglíficos que hacían referencia a esta terapia. En el año 1017 d.C., Wang Wei marcaba los puntos importantes de Acupuntura en una figura humana de bronce
La representación más antigua es un pictograma encontrado en la tumba de Ankmahor, Gran Sacerdote y médico egipcio, en Saqqarah (2330 a.C.). La traducción de los jeroglíficos que lo acompañan dice así: "No me hagas sufrir" - dice el paciente - "Agradecerás lo que te hago" - contesta el terapeuta.
Un hecho simbólico que ocurría en el antiguo Egipto era que, durante el proceso de momificación, se extirpaban las plantas de los pies; quizá para liberar al alma de la esclavitud física y las ataduras terrenales, como las enfermedades.
También encontramos evidencias de esta práctica en la India, en las representaciones del pie de Buda, donde aparecen los símbolos de su cuerpo y en los pies de Vishnu Pada (pintura del s. XVIII) en la que se plasman todos los elementos del universo.
Así mismo, existen grabados, que datan del s.III, en los que se representan escenas de masajes que simbolizaban un medio de unión de los seres entre sí.
Hay otras teorías que difieren sobre el origen de esta terapia, aduciendo que los primeros en utilizar las presiones sobre los pies fueron los indios Cherokees de Carolina del Norte, los cuales, a su vez, heredaron este conocimiento de los Incas.
No hay evidencias específicas que apoyen estas teorías, como tampoco las hay de que el masaje practicado por ellos haya tenido mayor trascendencia.
Lo que sí sabemos es que esta práctica ha sido aplicada por los pueblos aborígenes de Norteamérica durante generaciones.
Los Cherokees, desde hace siglos, han dado gran importancia a los pies para mantener un equilibrio físico, mental y espiritual. Masajearlos forma parte de una ceremonia sagrada, pues creen que los pies son nuestro contacto con la tierra y con las energías que fluyen a través de ella y además, por medio de ellos, el espíritu está vinculado con el universo.
Ellos llaman "doncella de la luna" a la mujer que, desde su juventud, demuestra tener talento o instinto natural para la curación, por lo que es escogida por toda la tribu para que lo siga desarrollando a lo largo de su vida.
La Reflexología podría haber seguido siendo una práctica exclusiva de las culturas orientales, si no fuera por las investigaciones llevadas a cabo en Europa y América a finales del s.XIX y principios del XX.
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... ADMIRO esta dedicación al BIEN DE LA HUMANIDAD y quiero enzalsarla -decir lo valioso y necesario de su contenido en estos tiempos "modernos" cada-vez más necesitados de man-comunión social física y espiritual,- porque la vida no será mejor de otra forma.
ResponderEliminarSaludos y afectos a NEFERTITI