USO DEL FLUOR

El flúor, nuestro mejor aliado contra la caries		Votar La nota es:
El flúor es una sustancia que refuerza el esmalte de nuestros dientes y hace frente al ataque de la placa bacteriana para limitar la aparición de las caries. ¿Quieres saber cómo? Después de cada comida se forma sobre nuestros dientes un depósito de saliva y residuos de alimentos, también conocido como placa dental. Y este depósito, compuesto de micro-organismos bacterianos, es el que origina la formación de caries y enfermedades de las encías, como la gingivitis y la periodontitis. La mejor manera de eliminar la placa dental es con el uso diario de un dentífrico con flúor y un cepillado eficaz, acompañado si es preciso del uso de hilo dental y colutorio, lo que además evita que ésta pueda endurecerse y transformarse en sarro. ¿Cómo conseguir el aporte de flúor necesario? La cantidad de flúor necesaria para proteger nuestros dientes, la podemos conseguir gracias a las pastas de dientes fluoradas, el enjuague bucal o barniz que aplican los dentistas. Principales ventajas Estudios clínicos que se han realizado al respecto, demuestran que el flúor tiene efectos muy beneficiosos sobre los dientes, sobre todo cuando se aplica localmente: - Aumenta la resistencia del esmalte: En contacto con los dientes, el flúor reacciona con el calcio de los mismos y forma cristales de fosfato cálcico, un compuesto que aumenta mucho la dureza del esmalte. - Favorece la remineralización: El flúor consigue este efecto al favorecer la entrada en su estructura de iones de calcio y fosfato. Esto sucede porque el flúor tiene carga negativa y atrae al calcio y fosfato, cuya carga es positiva. - Tiene efectos sobre la placa bacteriana: Impide la adhesión de la placa bacteriana al esmalte de los dientes. En su justa medida Como todo, el flúor debe ser administrado con moderación, puesto que una exposición excesiva de los dientes al flúor podría dar lugar a una alteración del esmalte. - De los 2 a los 4 años, los dientes de leche son particularmente frágiles y necesitan un aporte diario de flúor, que debe llegar a través del agua embotellada, la sal de mesa y el uso de un dentífrico que no contenga más de 500 ppm (partes por millón) de flúor. - De los 6 a los 12 años, el flúor debe proceder del agua, la sal y de un dentífrico que ya contenga de 1.000 a 1.500 ppm de flúor para proteger los dientes definitivos. - En los adultos, los odontólogos recomiendan la utilización de un dentífrico 1.500 ppm de flúor o de más proporción, especialmente para aquellas situaciones en las que el esmalte está especialmente expuesto a la desmineralización.